










San Ignacio de Antioquia
Ignacio de Antioquía firmaba el 24 de agosto la carta que escribía, hacia el año
«Dejadme que reciba la luz pura. Mi deseo terreno ha quedado crucificado, y ya no queda en mí sino un agua pura que murmura: Ven hacia el Padre», «Contentaos con pedir que tenga fuerza, a fin de que sea cristiano no sólo de nombre, sino en la realidad».
Al tratar de Ignacio de Antioquía no es que se hable de él, se le escucha, puesto que confió a las páginas que escribió camino de su martirio uno de los más hermosos cantos que jamás hayan salido de un espíritu humano.
Himno de amor a Cristo y a su Iglesia; Ignacio nunca separa ambas cosas. Para él la señal infalible del amor de los bautizados hacia el Señor y la presencia del Espíritu en ellos consiste en la unidad de cada una de las Iglesias en torno a su obispo, y la de todas ellas en la única Iglesia:
«No tenéis que tener sino un solo sentir con vuestro obispo», escribe a los Efesios.
Les felicita, por otra parte, pues se encuentran estrechamente unidos, «como
Muy famoso entre los primeros mártires, quizás sirio de origen, probablemente discípulo de los apóstoles, y el cristiano de mayor reputación en tierras de Oriente después de la muerte de san Juan. Por eso debió de ser llamado como obispo a la sede de Antioquía, que había presidido el propio san Pedro.
La verdad de san Ignacio no está en esta identificación, sino en el hecho bien documentado de su largo viaje hasta la muerte, después de su condena, desde Antioquía a Roma, pasando por las costas de Asia Menor y Grecia, con una parada en Esmirna.
Su destino era morir en el circo romano para celebrar los triunfos del emperador Trajano en
Custodiado por feroces guardias, «los diez leopardos», como él dice, Ignacio, sin alardes de jactancia ni gestos estoicos, ve la vida y la muerte como cosas entregadas, que casi no le pertenecen.
Encontré esta "reseña" en la red:
SANTA MARGARITA MARÍA ALACOQUE 1647-1690
El Señor preparó a Margarita María, por medio de una infancia sin alegría y de una juventud llena de pruebas, para que se convirtiera en la mensajera de su amor redentor, en un tiempo en que reinaba el jansenismo.
Bien conocida en su intimidad espiritual por su autobiografía y sus cartas, no parece haber sido una persona humanamente destacada o notable. Borgoñesa, hija de un notario, después de educarse en las clarisas de Autun, casi ursulina, se hace religiosa salesa en el convento de Paray-le-Monial en 1671.
Contaba la muchacha veinticuatro años al entrar en
Y he aquí que, el 27 de diciembre de 1673, daba comienzo el descubrimiento espiritual que formará el núcleo de su vida. Luego, el 16 de junio de 1675, Jesús le mostraría a Margarita María su Corazón, «este Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no recibe a cambio sino ingratitud».
A la vez le encargaba que procurase la institución de una fiesta en honor de su Sagrado Corazón. ¡Ya cabe suponer la acogida que le dispensarían sus superiores! Pero el Señor vigilaba. Puso en el camino de la joven religiosa a un jesuita preocupado, a su vez, por dar a conocer «el misterio incomparable del amor de Cristo», el P. Claudio de
Este le ofreció todo su apoyo. En 1686 se celebró Por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón en
Moría cuatro años más tarde entregada por entero al misterio cuyo apóstol había sido (1690).Una de las santas más populares de los tiempos modernos, sobre todo desde que en 1856 se instituyó la fiesta del Sagrado Corazón y se extendió tanto esta devoción, objeto de las revelaciones que son el centro de su vida.
Desde 1920 está en los altares, canonizada como un refrendo al mensaje que supo transmitir, pero también por la paciencia y el espíritu de humildad con que se enfrentó a tantas incomprensiones.
El Santo Nombre de María
El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María.
Para los hebreos el nombre no era una simple descripción, estaba íntimamente ligado a la persona, por ello usaban nombres que describirían la personalidad, el carácter, así es muy usada la expresión "su nombre será tal" cuando se quería designar una misión o carácter especial al niño por nacer.
A fines de verano, (desde mediados de febrero hasta los primeros días de abril) maduraban las “murras”. Así les dicen a las moras (rubis frutucosus, o rosaceae rubus fruticosus o ronce rubus fruticosus)) en el sur de Chile. Se supone que las plantaron como una forma de poder dividir las tierras (hasta convertirse en un aplaga) por 1850 en el tiempo de la colonización alemana. Estos mismos eran los que no podían pronunciar la palabra “mora” sino diciendo “murra” y finalmente todos terminaron llamándolas así.
Frente a mi casa había un terreno baldío que había pertenecido a Asenav o algo así. Había montones de fierros oxidándose y todo invadido de “murras”. Con cierto permiso teníamos la misión o la posibilidad de ir a recoger los frutitos completamente negros. Igual nos pinchábamos un poco y cuando no estaban completamente maduras, daban un líquido igual que nuestra sangre.
La celebración de la fiesta de