29.3.10

La casa se impregnó con la fragancia del perfume.


María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume. (Del Evangelio según San Juan 12,1-11, lectura de hoy.)

7.3.10

Marzo; mes de San José


Glorioso Patriarca San José,

cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles,

ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.

Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo,

a fin de que tengan una feliz solución. (pausa - petición)

Mi bienamado Padre: toda mi confianza está puesta en ti.

Que no se diga que te he invocado en vano.

Y puesto que tú puedes todo ante Jesús y María,

muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder.

Amén.

A flagello terraemotus, subitanea et improvisa morte, libera nos, Domine.



San Emidio, también conocido como Emygdius, Emigdius, Æmedius ó Emigdius, se celebra el 5 de agosto a veces junto a San Panfilo. Fue un obispo, con exitoso trabajo misionero en Trier, Alemania. Sin embargo, cuando comenzó a destrozar los ídolos paganos, los no conversos se sublevaron, y él tuvo que huir a Roma por seguridad. Cuando volvió a su misión, fue martirizado por los bárbaros antes de que pudiera convertir a nadie. Murió decapitado en el año 303. Sus reliquias (huesos) se conservan en Ascoli Piceno, Italia,
Patrono contra los terremotos y de la ciudad de Ascoli Piceno, Italia.

En Italia se le profesa gran veneración, sobre todo porque se le considera protector contra los terremotos. Por la misma razón, su culto se ha popularizado mucho en los últimos años en las ciudades de Los Ángeles y San Francisco, zonas donde también se suceden fuertes y frecuentes movimientos telúricos. Según las "actas" Emigdio era un alemán originario de Treveris. Después de su conversión al cristianismo, se trasladó a Roma en la época del Papa Marcelo I. Lleno de celo por la fe, Emigdio entró a un templo pagano y derribó una estatua de Esculapio. Ello enfureció tanto a los paganos, que el Papa Marcelo I para protegerlo le ordenó sacerdote, le consagró obispo y le envió a evangelizar el territorio de Ascoli Piceno.

Ahí trabajó el santo con gran éxito y logró numerosas conversiones. Fue decapitado durante la persecución de Dioclesiano, junto con los santos Eupolo, Germán y Valentín. Dado que San Marcelo ciñó la tiara pontificia en el año 308, es imposible que él haya ordenado a San Emigdio, pero la tradición popular no respeta la cronología. La fiesta de San Emigdio se celebra en Italia no sólo el 9 de agosto, sino también en otras fechas, según las diversas tradiciones locales.