2.3.06

Cuaresma morado, púrpura, violeta casi...


Al parecer la cuaresma se habría definido en el siglo IV. Después, la cuaresma romana tradicional estaría marcada por tres hechos:
La preparación de la comunidad a la Pascua, lo que incluye un retiro colectivo de cuarenta días durante los cuales la Iglesia proponía a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro en el desierto; el catecumenado, que representaba la enseñanza en la iniciación de los nuevos cristianos; y
la penitencia canónica, en que los autodenominados "penitentes" realizaban rudas penitencias físicas y oraciones muy intensas para ultimar el proceso de su conversión.
La imposición de la ceniza es una derivación de esta práctica, que luego se extendió e hizo obligatoria a partir del siglo X para toda la iglesia cristiana bajo la aceptación que todos somos pecadores.
Hoy la cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y termina con el Jueves Santo.
El Miércoles de Ceniza se impone la ceniza de los ramos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior.
La fórmula de bendición durante la imposición de la ceniza es una alusión a la condición humana de quienes la reciben. El símbolo de la ceniza ya se emplea desde la primera página de la Biblia, en que se cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán." Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
La fórmula que ha llegado a nuestros días al momento de imponerse la ceniza en la frente: "Polvo eres y en polvo te convertirás," representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la criatura con respecto a su Creador. También "Acuérdate de tu muerte" (esto me dijeron este año a mí!) o "Conviértete y cree en el Evangelio".
La ceniza se asocia a la condición débil y caduca del hombre que camina hacia la muerte;
alude a su situación pecadora;
a la oración y súplica del hombre;
a la resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo,
y alude al Domingo de Ramos de la Pasión del Señor.

1 comentario:

Pedro Montealegre dijo...

Román, eres tú, ¿cómo estás? Tanto tiempo, que alegría encontrarte en Blog. Ya me dices algo.